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TRIUMPH ORIGINALS | SHIBUYA GARAGE

BRASIL

 

Triumph Originals Brazil

SHIBUYA GARAGE

São Paulo, el hogar del Shibuya Garage, es un crisol de diversidad cultural con una rica tradición. Su nombre hace referencia a un barrio de la ciudad japonesa de Tokyo, salpicado de bares underground, clubs alternativos y algunos de los garajes más influyentes del mundo. El equipo del Shibuya Garage ha trasplantado esta esencia a Brasil, donde se dedican a romper las normas, elaborar nuevos diseños y desafiar cualquier expectativa.

Triumph Originals Brazil Shibuya Garage team member sitting on a chair in a workshop

 

El legado familiar se remonta muchos años atrás, ya van varias generaciones trabajando en motores. Y en lo que respecta a la personalización de motos, llevan más de un cuarto de siglo manchándose las manos con sangre, sudor y... grasa. A menudo se les puede encontrar trabajando al son de la bossa nova, cuya traducción es “nuevo estilo” y esto seguramente no sea una casualidad.

Para ellos, el taller es el lugar donde sus dos pasiones, los motores y el arte, se fusionan en un espacio en el que se dan cita el talento, la dedicación, la creatividad y la innovación. El estilo del equipo, realmente poco convencional, hace que el emblemático carácter de las Triumph Bonneville les resulte irresistible; por eso han aceptado hecho este encargo.

 

Triumph Originals Brazil Shibuya Garage team's custom build close up

 

“Todo lo que necesito es papel, un bolígrafo, mi corazón... y un poco de bossa nova”.

 


¿Cómo llegaste al mundo de la personalización de motos?

Mi familia lleva trabajando en motores desde hace varias generaciones, y puesto que yo procedo también de un entorno artístico, siempre he usado las motos y los coches como lienzos para combinar ambas pasiones. Llevo ya 26 años personalizando motos. La primera moto que personalicé fue una Honda de 80cc que me dio mi padre. La primera Triumph fue en 2006, un proyecto muy atractivo con una Daytona 955i.

En tu opinión, ¿qué es lo que hace que la Bonneville sea una plataforma tan buena para la personalización?

Son motos que ya están diseñadas como “modern classics”. Puedes personalizarlas tú mismo o ir mucho más allá llevándolas a un taller de preparaciones. Pero yo estoy condicionado, porque tengo una Bonneville en casa.

¿Cómo describirías tu visión de la personalización de motos?

Es la base perfecta para que cualquier constructor empiece a trabajar. El chasis y el motor son buenos; ahí no hay mucho que cambiar. Y, de todas formas, muchas veces el objetivo es preservar esa icónica silueta.

¿Cómo describirías tu visión de la personalización de motos?

Tengo un ritual personal con cada proyecto, en el que imagino la moto como una expresión de mi yo en forma de máquina. Aquí, en Brasil, me toman por loco porque hablo a las motos, pero ese es mi ritual. Todo lo que necesito es papel, un bolígrafo, mi corazón... y un poco de bossa nova.

¿En qué influencias e inspiraciones basas tu estilo de diseño y trabajo?

Me baso mucho en las referencias de mi infancia. De niño, mi padre me dio la libertad de tomar mis propias decisiones, y me zambullí en el arte, el diseño y el cine. Si pudiera preparar una moto custom para alguien, sería para mi padre.

¿Qué aspecto de la cultura británica ha influido en tu respuesta al encargo?

A mí siempre me ha fascinado la forma y el arte del teatro británico, y aún lo sigue haciendo.

¿Cuáles son las ideas clave tras la preparación de Bonneville que presentas a este concurso?

Inicialmente, el brief de diseño del “Icons of British Originality” me trajo a la mente ideas de elegancia, refinamiento y tradición. Quería traer al proyecto una sensación de gratitud, puesto que llevo ya dos décadas personalizando motos Bonneville.

¿Qué es lo más difícil y lo más gratificante de personalizar una Bonneville?

Para mí, poner la norma en entredicho e ir más allá de las reglas y las expectativas. Al ser mestizo, me he tenido que enfrentar a algunos prejuicios por no encajar en las normas tradicionales del mundo custom. Hoy soy toda una referencia por no seguir las normas y por trabajar con total libertad.

¿Hay alguna regla de oro que sigas siempre a la hora de elaborar una moto custom, y alguna que te encante romper?

Aquí, en Brasil, soy el que siempre huye de cualquier convención. Así que, en este caso, voy a imponerme el reto de regalar a todo el mundo un trabajo centrado en las emociones que he vivido durante todos estos años.

 

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